Ante el orgullo para no hacer denotar el dolor.
Como un caparazon por no concebir la ausencia.
Tratando de ser fuerte en la fragilidad.
Con el corazon agonizante aferrado en el despecho, el cual palpita tu nombre como aquel ultimo pero bendito tesoro que guarda entre sus recovecos. Pues fue ahi donde encontro sentido a su existencia y donde mismo la perdió.
miércoles, 14 de enero de 2015
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Tenemos que vernos.
ResponderEliminarCuando subiste a la micro mi pecho nuevamente se contrajo, como en los viejos tiempos, pidiendo sólo un par de minutos más. Cumplí mi objetivo con juntarnos, he aclarado ese revoltijo que estaba dentro de mi, pero sólo el tiempo dirá el resto...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=-w5NfaOeFlU